Lo demandó Galicia Baleira, plataforma que aglutina las federaciones de asociaciones vecinales de Lugo y Ourense, proponiendo que las administraciones vuelvan a atender presencialmente, tras las restricciones con cita previa impuestas por la pandemia, lo que coincide con el sentir ciudadano, pero tan importante como normalizar la situación es sin duda lo que plantea sobre la «desburocratización en la relación entra la administración y el ciudadano», pidiendo que los «trámites concretos que competan a varias administraciones» se centralicen a efectos de coordinación práctica «en una única de los competentes para dicho trámite en cuestión». Es decir, que de una vez se habilite la tantas veces fracasada ventanilla única, tendente a ahorrar tiempo y molestias a los administrados, cuya paciencia no tiene límites llegado el momento de soportar el insufrible y diversificado trato que reciben en cualquier gestión, como si fuesen marionetas sometidas al capricho de los burócratas. La petición es sensata y necesaria, pero la respuesta será la de siempre, la callada, porque quienes tienen en su mano la posibilidad de romper los absurdos moldes burocráticos siguen mirando para otro lado, quizá porque anteponen otros intereses, contradiciendo lo que exige el administrado.
FUENTE: EL PROGRESO 12/04/2022