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El vandalismo se ensaña con la vieja estación de autobuses de Vigo tras un año cerrada y sin uso.

Todas las paredes están repletas de pintadas.

Hay grietas y cristales rotos y cada vez más personas sin hogar pernoctan en los distintos accesos.

Pintadas y colchones en la antigua estación de autobuses de Vigo. / Pablo Hernández Gamarra

Carlos Ponce

03 ENE. 2025. 6:02. Actualizada 03 ENE. 2025. 10:25.

La antigua estación de autobuses de Vigo, cerrada hace ya un año tras la apertura de la intermodal en Vialia, continúa desangrándose sin que nadie le ponga remedio. Con accesos desde Gregorio Espino y Martínez Garrido, el inmueble está en un estado deplorable y acercarse conlleva aguantar unos olores «insoportables», según llevan denunciando varios meses tanto vecinos como comerciantes de la zona.

En una de las entradas, donde está el aparcamiento exterior, que continúa siendo utilizado por vehículos, cada vez duermen más personas sin hogar. A la intemperie, se avituallan de numerosos cartones y lo que encuentren para luchar contra el frío, además de colchones y también cocinas portátiles en las que poder calentarse alguna comida. Lo cierto es que muchos llevan meses durmiendo allí, y otros han ido llegando en los últimos días.

La presencia policial en la zona es constante, especialmente para solucionar conflictos entre los propios sintecho que allí viven. Los comerciantes y los vecinos de los alrededores de la vieja estación de buses denuncian que esta situación les está perjudicando. «Yo he adelantado la hora de cierre por la tarde porque tengo temor a salir por la noche y que pase algo, les tengo miedo porque los he visto que se ponen muy violentos con la policía. La estación está completamente abandonada y lo que está pasando provoca la degradación del barrio. Antes la gente paseaba por aquí a todas horas y ahora muchos han dejado de venir», denunciaba hace unos días a FARO el responsable de una tienda de electrónica de la zona, que prefiere no revelar su nombre.

Pero más allá de la presencia de personas sin hogar, lo cierto es que el vandalismo golpea sin parar una construcción que incluso cuando estaba abierta en los últimos tiempos daba ya claras señales de abandono. Toda la pared exterior está llena de pintadas, con grafitis y frases como «vamos a morir todos», además de innumerables daños como grietas y cristales rotos.

Lo cierto es que no hay un destino claro para la antigua estación de buses de Vigo. El Concello cedió la parcela a la Xunta para su uso como terminal de autocares, y ahora el gobierno local entiende que vuelve a ser suya al no estar en funcionamiento. El Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), a la espera de su aprobación definitiva, recoge que este terreno será destinado a zonas verdes.

FUENTE: FARO DE VIGO. 3/01/2025.

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